Era parte de la gracia del ya finiquitado Duelo Lumix: el que pierda no gane tenía que publicar en su blog un vídeo reconociendo que es peor fotógrafo que el otro contendiente. Dicho y hecho. Tras unos días de terapia psicológica para superar semajante trauma, éste es el resultado.
El caso es que, como suele ocurrir, durante la grabación hubo que repetir bastantes planos, problemas de maquillaje y peluquería… lo típico. Y así a lo tonto y casi sin querer, resulta que acabamos teniendo una versión B del dichoso vídeo de la derrota. Algo así como “el vídeo que habría hecho un auténtico bilbaino”. Que también a la hora de perder hay clases, maldita sea.
